Catalina De la Cruz

+100 fotogramas

sobre papel tamaño carta

en emulsión fotográfica Cianotipo.

+Sobre objetos encontrados, objetos elegidos,

preciados, con sentido, descartados…de Valparaíso.

+Cada foto lleva el nombre de su objeto escrito a máquina.

  +Una obra fotoquímica colaborativa. Una experiencia de

construcción de imagen, manufacturada, como

las primeras fotografías. Construidas con

luz y química. Como radiografías 

de la ciudad

puerto.

En los orígenes la fotografía fue capaz de tocar “lo real” por el simple hecho de develar la huella que dejan los objetos. Aquí había un pacto entre la luz y la química.

        Esta obra invita a acercarse, descubrir, relacionar, reconocer, encontrar.  Delata fragmentos de la ciudad y sus habitantes, identificando los elementos materiales que la componen.  Lejos de la fotografía documental, es documento fotográfico puro. Trata sobre otra fotografía, aquella que trabaja sin dispositivo, cámara, ni captura. Toma contacto directo y físico con la realidad. Efectivamente traza con luz, la que traspasa y delinea, como rastro.  Entonces podemos hablar de una fotografía como una quemadura permanente, por la luz efímera. Como tal, esta obra fotográfica es irreproducible, como la ciudad misma, como cada recorrido, o experiencia. Lo que queda es un cruce de intención y azar en una obra fotográfica que no interpreta, sino traduce. Una reflexión sobre la materia urbana v/s materialidad fotográfica.